Que el agua es esencial es indudable, que su escasez provoca un impacto negativo en la vida de millones de personas que aún no acceden a ella es una realidad. Por eso en el Día Mundial del Agua, este año el lema es “Aguas residuales, ¿por qué desperdiciar agua?”.
Hoy en día son más de 663 millones de personas las que no disponen de suministro de agua potable cerca de su hogar, y otros 1800 millones de personas usan una fuente de agua contaminada por material fecal, poniendo en riesgo su salud. Siendo así ¿por qué seguimos desperdiciando el agua?
No desperdiciemos el agua
Con estas cifras tan alarmantes, parece inconcebible que desperdiciemos agua en nuestros hogares, industrias, o en la agricultura. Por eso este año, el Día Mundial del Agua se centra en la reutilización de las aguas residuales.
El Objetivo de Desarrollo número 6 “Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”, incluye una meta de reducir a la mitad la proporción de agua dilapidada y aumentar su reciclaje.
Reutilización de las aguas residuales
Si el agua potable es un bien tan codiciado, ¿por qué la malgastamos en tareas que son el consumo humano? La solución es reutilizar las aguas residuales y disminuir su vertido incontrolado.
La recuperación de las aguas residuales tiene una importante aplicación en el regadío, el enfriamiento de fábricas, el lavado y otras muchas actividades. Su utilización, una vez tratada debidamente, supondría un importante ahorro a todos y un mejor cuidado del medio ambiente.
Debido al crecimiento de la población, sobre todo en las ciudades, la gran cantidad de aguas residuales generadas está aumentando la contaminación considerablemente. Aunque el problema en sí mismo no es la cantidad generada sino la gestión poco adecuada de las mismas. Tan solo nos limitamos a reciclar una pequeñísima parte, cuando su reutilización podría ser considerada como un importante recurso hídrico en vez de un problema.
Además, otra ventaja de la reutilización de las aguas residuales es la creación de nuevo empleo, ya que su implantación dará lugar a nuevas empresas y más empleos.
Por lo tanto, es evidente que la solución pasa por reducir los vertidos de aguas residuales sin control y proponer nuevos sistemas para su reutilización.
Mejorar la gestión de las aguas residuales significa mejorar los 6 objetivos de la meta de desarrollo sostenible en el sector del agua.
En el Día Mundial del Agua no podemos olvidarnos que el agua es un bien tan necesario como escaso y que está en manos de todos nosotros no derrocharlo.